Todos los años la empresa Mundo Acuático realiza una labor social que involucre en el buceo a personas que regularmente y por condiciones particulares no practicarían este deporte.
En diciembre del año 2017 esta labor resultó ser demasiado particular; ¡introducimos por un rato a bucear a un grupo de atletas cartagineses con Síndrome de Down dentro de una piscina!!!
Claro que para lograr que esta actividad fuera un éxito fue necesario realizar todo un proceso.
Iniciamos visitando a los jóvenes al Instituto Tecnológico de Costa Rica, lugar donde este grupo de esforzados atletas realizan sus entrenamientos. Después de presentarnos procedimos a darles una charla sobre lo que significa el buceo, qué equipo se requiere para la actividad, qué tipo de animales se ven bajo el agua, entre otros.
Luego de esta charla les incitamos a evacuar sus dudas; de hecho prácticamente todos tuvieron algo que preguntar; estaban muy interesados en saber sobre el fondo marino.
La actividad de ese día culminó con la presentación física de un equipo completo de buceo, la explicación de su funcionamiento y el uso del regulador de buceo, a cada uno de los 18 jóvenes que conforman este grupo de atletas. ¡Todos resultaron emocionados bajo la expectativa de que llegara pronto el día de su buceo!
Una semana después, nos encontramos en el Complejo Deportivo Forza Vital en Curridabat. Todos los jóvenes llegaron de Cartago en una buseta y acompañados por su entrenador. Además, se dieron a la cita familiares que deseaban participar como espectadores de la actividad.
Ahora, ¡al agua! Este día el personal del Mundo Acuático estuvo conformado por 2 instructores certificados, 3 buzos especialistas en Rescate Submarino, 1 buzo fotógrafo, 1 nadador de alto rendimiento y un paramédico buzo de la Cruz Roja Costarricense. Además, y solo por precaución, se encontraban 2 paramédicos y una ambulancia, pero afortunadamente no se requirió del servicio de los compañeros socorristas.
La actividad se dio sin ninguna complicación. Con la ayuda de nuestros colaboradores logramos que todos y cada uno de los atletas bajaran con completa seguridad al fondo de la piscina y practicaran el buceo por un rato.
Cuando todos los nuevos buzos terminaron de bucear, los llevamos a un lugar cerca de la piscina y ahí le entregamos una medalla que los acreditó como nuevos buzos y una bolsa con regalitos como premio a su esfuerzo.
Luego que los nuevos buzos se retiraron, nosotros quedamos inmensamente felices por haber contribuido a este sueño; además, nos dejaron un sentimiento de cariño muy profundo hacia ellos, pues nos dieron una gran lección de humanidad al demostrarnos que las barreras se pueden superar.
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